Hay muchas razones para evitar beber agua del grifo o como Daniel
Vitalis, un entusiasta del agua pura, se refiere a ella: “líquido del
grifo”. En términos de tipos de agua, existen varios tipos:
- Agua purificada. Agua procesada a la que se le han eliminado las impurezas (mediante osmosis inversa, filtros de carbón, desionización…)
- Agua destilada. Agua que se ha
sometido a un proceso de ebullición para eliminar los minerales
disueltos para posteriormente condensar el vapor.
- Agua embotellada. Normalmente
procede de un manantial y se la purifica con osmosis inversa antes de
embotellarla (aunque algunas marcas simplemente embotellan el agua del
grifo).
- Agua ionizada o alcalina. Agua
que ha sido separada en sus fracciones alcalina y ácida usando
electrólisis, aprovechando las cargas eléctricas naturales que ocurren
en los iones de calcio y magnesio. El agua alcalina tiene un pH más
grande de 7.
- Agua deionizada o demineralizada.
Agua en la que se han eliminado los iones minerales (sales como sodio,
calcio, hierro, cobre, cloro y bromuro) al exponerla a resinas cargadas
eléctricamente que se unen a las sales.
- Agua dura y blanda. El agua dura
tiene un alto contenido en minerales disueltos. El agua blanda es agua
tratada en la que el único catión (ión cargado positivamente) es el
sodio.